Al final la escogida no ha sido ni Britney Spears ni Taylor Swift. La artista que el próximo 2023 ofrecerá el espectáculo de medio tiempo más mediático del planeta, el de la Super Bowl, no será otra que Rihanna, la superestrella del pop e intérprete de grandes hits como Diamonds y Umbrella que lleva apartada del mundo de la música desde hace más de cinco años, y que parece que va a volver por todo lo alto.
Rihanna, con más de 250 millones de discos vendidos, será la encargada de ofrecer un show a la altura de la final de la NFL el próximo domingo 12 de febrero (cuando en España sea ya la madrugada del lunes 13). Tendrá 14 minutos para enamorar a los 63.400 asistentes que caben en el State Farm Stadium de Giendale, Arizona, y a las decenas y decenas de millones de personas que seguirán su espectáculo desde casa en directo o posteriormente en diferido.
Aunque de momento Rihanna solo se ha limitado a dar el anuncio de que ella será la encargada de dar el espectáculo que los estadounidenses merecen en su gran evento deportivo anual, todo apunta a que la de Bahamas aprovechará este escaparate inigualable para presentar al mundo su nuevo proyecto musical, unas canciones que llegarán, si no hay sorpresas de última hora este 2022, siete años después de la publicación de su último álbum, Anti.
14 minutos de adrenalina que llegan tras un rechazo
Al igual que han hecho antes superestrellas mundiales como Shakira y Jennifer López, Diana Ross, Paul McCartney, Ed Sheeran y Bruce Springsteen, Beyoncé y las Destiny's Child y Katy Perry, Rihanna pasará a la historia de la industria del espectáculo nada más subirse al escenario del estadio Farm. Cantar en la Super Bowl es privilegio solo reservado para unos pocos, y al fin Rihanna hará uso de él de la mano de Roc Nation de Jay Z y Apple Music.
Rihanna ya fue invitada a cantar en la final de la NFL el año 2019, pero entonces rechazó la propuesta de Pepsi, la marca que ha patrocinado durante décadas el evento. La cantante y empresaria dijo entonces que no a la National Football League de EEUU como protesta por las sanciones que esta estaba imponiendo sobre los jugadores negros que se arrodillaban al sonar el himno de su país para mostrar su rechazo a la violencia hacia su comunidad.
Esta vez Rihanna sí ha aceptado el reto, por lo que pronto tendrá que ponerse a trabajar para darle forma al gran show que los espectadores esperan ver y que este año,gracias al exitoso documental Hafl Time de Jennfier López para Netflix, muchos saben ya cuánto trabajo y esfuerzo cuesta ponerlo en marcha.
