La salud no tiene precio, pero las prepagas sí y bien diferentes. En la Argentina, los planes de medicina privada que se ofrecen a individuos -que no acceden a algún paquete a través de una empresa- pueden ir desde los $ 300 hasta los 2700 más IVA mensuales, según las prestaciones y la edad de quien los contrate. A la hora de elegir una prepaga, sin embargo, hay muchos factores que pesan más allá del precio. No siempre la más cara es la más adecuada.
"Cuando uno piensa en la cobertura médica, uno piensa: quiero todo. Pero el consejo es al revés: hay que pensar realmente qué es lo que se va a usar y elegir el plan que más se ajuste a ello porque si no, uno puede terminar pagando de más por servicios que no se van a usar", resume Laura Roldán, directora de Salud y Beneficios de la consultora Mercer. Así, hay una serie de factores que deberían entrar en consideración en la selección de prepaga:
Asegurarse que lo más caro este cubierto
Los gastos de una internación, de una terapia intensiva o de una operación de urgencia pueden complicar seriamente las finanzas de una familia o de un individuo; no así, una consulta esporádica a un médico puntual. Por eso los expertos sugieren que, siempre que los gastos grandes estén cubiertos, para una familia con hijos grandes, o una joven y sin hijos, puede ser mejor comprar un plan con copagos (esto es, uno en el que el cliente pague una leve suma cada vez que hace una consulta). "La gente le tiene pánico al copago. Pero si uno tiene hijos grandes, que no van tanto al médico, pagar 5 o 10 pesos por cada consulta puede ser mejor que tener un plan caro que cubra todo", dice Roldán. "Claro que también tiene que fijarse que los copagos no sean demasiado altos", aclara.
Mirar las prestaciones del plan
Dos factores variables suelen ser las coberturas de tratamientos odontológicos y psicológicos. Por caso, quienes tengan hijos en edad escolar puede que necesiten planes que cubran tratamientos de ortodoncia. "Pero si tiene un solo hijo, por ahí a una persona termina saliéndole más barato pagar el 100 por ciento del tratamiento odontológico que buscar un plan de salud general mucho más caro", señala Roldán.
Buscar los sanatorios de confianza
Héctor Barrios, director de Salud de la consultora Towers Watson, destaca que las principales prepagas suelen tener sus propios sanatorios. En tal sentido, uno debe mirar a dónde puede llegar a ir en caso de internación. Es buena idea que la prepaga que uno elija ofrezca entre sus alternativas un sanatorio que esté cerca o que sea de confianza. Las prepagas que no tienen sanatorios propios también detallan en sus cartillas los centros de atención disponibles.
Estudiar la cobertura geográfica
No necesariamente hay que buscar el plan con mayor cobertura nacional. Fernanda Scaduto, líder de proyecto de Salud y Beneficios de Mercer, lo ilustra: "Si mis hijos tienen fiebre, ¿a dónde voy? Generalmente suele ser algo cerca. ¿Y adónde voy para una segunda opinión? Ahí puedo tener que saber que necesito reintegros. Si mi plan no lo tiene, lo voy a tener que pagar", dice. "Además de las grandes marcas, hay que considerar las marcas regionales. Hay sanatorios que tienen sus prepagas en determinados barrios, y eso puede ser óptimo porque es donde uno va a hacer las consultas de todos los días. Y quizá cuando necesites una segunda opinión, igual la vas a pagar. No hay que descartar opciones regionales más económicas."
Mirar la cobertura en zonas donde uno viaje
Si uno viaja habitualmente a alguna zona o país, es bueno buscar una prepaga que tenga cobertura, para no tener que sacar luego un seguro médico adicional.
Buscar los profesionales o el reintegro necesario
También, según la composición de la familia o situación de alguno de sus miembros, el hecho de contar con tal o cual profesional en la cartilla puede ser un plus.
Preguntar cuál es la evolución de los precios
Según explica Scaduto, más allá de los ajustes de precio que puedan darse por la inflación, y a los que todos los clientes de la prepaga están sujetos sin excepción, todas las compañías de salud tienen un sistema de aumentos por edad. Algunas, por ejemplo, realizan aumentos cada cinco o 10 años; otras hacen un aumento único a partir de determinada edad (generalmente, el corte suele ser a los 30 años). Es bueno saberlo de antemano porque de grande o si uno ya sufrió alguna enfermedad de relevancia, es difícil cambiar de una prepaga a otra.
2700
Planes mas caros
Es la cuota mensual en pesos de una de las coberturas más onerosas que comercializa una de las prepagas líderes del mercado.
Florencia Donovan
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